Si no eres una marca, serás una mercancía.
¿Aplicará también para las personas?
Inicio este boletín con esta frase que me marco la pauta de pensamiento esta última semana, dado que vengo "maquinando" una propuesta que lanzaré a los seguidores de PROCONCORR PERU y a todos los profesionales en general, en lo que será el boletín de aniversario este próximo mes de noviembre.
Durante estos dos años, he venido comentando y respondiendo sutilmente a mis amigos y colegas cuando me preguntan… ¿Cuándo publicas un articulo técnico? Les tengo que repetir siempre que mis boletines y la iniciativa PROCONCORR trata sobre personas y experiencias. Es por eso que hasta ahora —y sin animo egocéntrico— he vertido opiniones propias y algunas experiencias sumadas a las de alguno que otro amigo como “Jonas” y “Demetrio” para quienes los recuerdan en mis boletines de principio de año.
Esta situación también me ha llevado a replantear un dilema por el que atraviesan los “aventureros” que, como yo, se lanzan a emitir opinión con nombre propio, de manera abierta y públicamente en medios digitales.
¿Habré dejado acaso de ser una especie de “mercancía profesional” para el mercado laboral?
¿Soy acaso un producto de esa experiencia laboral que está logrando posicionarse con nombre o marca propia?.
Puede sonar hiriente, pero si ponemos en el contexto de personas las palabras de Kotler, solo somos una mercancía (empleados y obreros) compitiendo por puestos y sueldos, pensado equivocadamente que nuestros títulos y especializaciones son nuestra marca personal-profesional.
Todos tenemos nuestra “marca personal”
Me permito contarles algo anecdótico, ya que a mi edad, tengo 25 años de haber salido de la escuela secundaria, y como entenderán, se ha puesto de moda eso de los reencuentros de promoción y todo el caos emocional que esto conlleva.
Tuve la suerte de estudiar en mas de un colegio todos mis años de la secundaria y al volver a reunirme con viejos amigos noto de inmediato que todos me recuerdan por la habilidad más preponderante que tenia en ese momento… Por ejemplo, se recuerda al mejor bailarín que hacia maravillas en cada fiesta, al músico que nos enseñó a tocar la guitarra, al más malcriado que siempre "saltaba” a defendernos en nuestra peleas, al mejor deportista que todos querían tener en su equipo y al mas chancón (el estudioso) el que de alguna manera ayudaba a todos los compañeros de la clase... pero pocos recordaban necesariamente al resto de compañeros.
Tuve la suerte de estudiar en mas de un colegio todos mis años de la secundaria y al volver a reunirme con viejos amigos noto de inmediato que todos me recuerdan por la habilidad más preponderante que tenia en ese momento… Por ejemplo, se recuerda al mejor bailarín que hacia maravillas en cada fiesta, al músico que nos enseñó a tocar la guitarra, al más malcriado que siempre "saltaba” a defendernos en nuestra peleas, al mejor deportista que todos querían tener en su equipo y al mas chancón (el estudioso) el que de alguna manera ayudaba a todos los compañeros de la clase... pero pocos recordaban necesariamente al resto de compañeros.
Todos estos personajes son una leyenda viviente y acuñaron su marca personal en el colegio, derrepente también en su barrio y de seguro que lo hacen hoy en día en su centro de trabajo, con sus manías y sus buenas intenciones, pero nadie los conoce más allá de su propio circulo de amigos y colegas.
Así como existen commodities, productos sin marca y marcas desconocidas, existen también marcas locales y globales muy conocidas y reconocidas…
Bajo el razonamiento aplicado, también hay personas en el ámbito del control de corrosión con grandes talentos, estudios y experiencia, los cuales bien podrían convertirse en lumbreras de las nuevas generaciones de profesionales que salen al mercado con una mentalidad sesgada por el sistema que los ha programado como mercancía laboral desde la niñez.
¿Has pensado en crear tu marca personal-profesional?
No todas los profesionales industriales han pensado en convertirse en gurús de algún tipo de ciencia o conocimiento en particular, tampoco todos los profesionales tienen el talento suficiente como para volverse unos eminentes comunicadores pero piensen… Hoy en día, muchos jovencitos “sin pelo en pecho” cogen una cámara y salen corriendo a contarnos sobre sus hobbies personales o a realizar cualquier tontería temeraria por las redes sociales y cobran mensualmente tu sueldo y el mío multiplicado por el tiempo que nos tomaría gastarlo.
Acaso también, ¿no pululan cada día más los neurocoach de inmersión total, que te quieren hacer creer que la felicidad es una profesión y que el mejor salario es una sonrisa bajo alguna metodología scrum?.
Sin embargo, es innegable que todos ellos están avanzado y ganando dinero, pero por sobre todo, han creado una marca personal pseudo-profesional que les está valiendo el reconocimiento masivo que quizás ni tu ni yo tengamos nunca si seguimos haciendo lo mismo cada día, los 365 días del año.
La buena noticia es que, lo que ellos hacen es legalmente reproducible y escalable a nuestra forma de vida en el ámbito industrial; mejor aún, nosotros contamos con ese invaluable potencial como producto que es nuestra inteligencia, experiencia y profesión para resolver problemas reales.
La buena noticia es que, lo que ellos hacen es legalmente reproducible y escalable a nuestra forma de vida en el ámbito industrial; mejor aún, nosotros contamos con ese invaluable potencial como producto que es nuestra inteligencia, experiencia y profesión para resolver problemas reales.
¿Te consideras lo suficientemente bueno como para contar tu historia?
¿Serías capaz de interactuar con un grupo de profesionales de tu misma especialidad y similar nivel para buscar una solución a un problema?
PROCONCORR PERU no se centra en una sola persona.
Estoy convencido de que no puedo y ni nunca podré conocer todos los campos del control de la corrosión. Sin embargo, puedo centrarme en especializarme bien en al menos una sola cosa, y recurrir al resto de profesionales de mi red, aquellos que dominen las demás especialidades del control de corrosión y de esta manera poder lograr una magnifica sinergia de conocimiento colectivo, una sinergia que hasta Albert Einstein envidiaría frente a la tarea de resolver un problema real... y si a esto le sumamos la posibilidad de generar ingresos económicos para todo el equipo, estamos frente a una revolución en la forma de como utilizamos nuestro intelecto fuera del sistema, sin que el sistema no odie.
Los invito a leer el siguiente boletín de aniversario en donde les comentaré con mas detalles mis “siniestros” planes.
Un cordial saludo.
MARTIN HERRERA
PD. Suscríbanse al boletín por correo en www.pccperu.com y pasen la voz a sus colegas y amigos.
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